Siempre he querido aprender una lengua diferente, cuando digo diferente me refiero a otro tipo de alfabeto o una gramática diferentes a la de las lenguas latinas o germánicas. Llevo años dudando sobre cuál escoger: chino, ruso, japonés, árabe...
Siempre me llamaron la atención las culturas eslavas. El ruso, aunque supongo que no debe ser tan diferente a las lenguas latinas como el chino o el japonés, me llamaba la atención, hasta que un día me dio por intentarlo con esta lengua. Estudié intensamente durante dos semanas, pero me pareció demasiado difícil, además de que los sonidos y la escritura eran muy difíciles, me di cuenta de una gran limitación: ¿Cómo puedo comunicarme con otras personas si no puedo teclear la lengua en mi ordenador? De este modo sentí una gran limitación, me desmotivé y lo dejé, aunque seguí con las ganas de aprender una de esas lenguas difíciles.
No paraba de darle vueltas a ese nuevo idioma. Un día descubrí el conocidísimo Duolingo. Lo probé con muchas lenguas, entre ellas el esperanto, tanto en base inglesa como en base española. Incluso terminé la parte de francés, lengua que domino, pero mi principal interés era descubrir a qué nivel podía llegar alguien que completase todas las unidades.
Me pareció que, aunque obviamente nadie va a aprender un idioma solo con una aplicación, podría ser una buena base para comenzar el estudio de una lengua. Esto, unido a que en los teléfonos móviles es muy fácil cambiar el idioma del teclado me llevó a volver al ruso, además como me ocurre con mucha frencuencia que empiezo muy fuerte y después me canso, intenté seguir las recomendaciones de Duolingo. Elegí estudiar con la menor frecuencia diaria, creo que eran cinco minutos por día, encima, esto me lo tomé como un reto y el resultado fue sorprendentemente bueno porque si mal no recuerdo, estuve 53 días seguidos practicando como mínimo esos cinco minutos. Os recomiendo probarlo a todos.
El problema fue que una semana tuve demasiado trabajo, paré durante unos tres días y no fui capaz de continuar. Entonces me desmotivé, volví a parar y seguí pensando qué lengua debería aprender, el ruso me gustaba pero no tengo claro hasta qué punto me puede ser útil o si es fácil encontrar contenido para aprender.
Dándole vueltas a los idiomas, he oído muchas veces que quienes saben chino ganan mucho, creo que los traductores de japonés también, además esta lengua tiene mucho apoyo para aprender si te gusta el manga o el anime.
Volviendo al chino, un día descubrí Chineasy, primero a través de algunos vídeos en Youtube, después con sus flashcards disponibles en Duolingo y ahora con una aplicación propia que acaba de salir, aunque solo está en base inglesa.
Como podéis imaginar, en estos momentos me encuentro muy motivado con el chino, comencé la semana pasada y voy a aplicar el método de Duolingo, todos los días 5 minutos, pero siendo un poco menos radical, si un día no puedo, no pasa nada, tengo que continuar, y soy capaz de terminar la aplicación y crear mi propio PLE voy a intentar profundizar en este idioma. Espero que Chineasy funcione, su metodología me está gustando. Si da buen resultado, en unos meses publicaré otra entrada contándoos mi experiencia.
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