Cada vez es mayor el
número de personas que hablan varias lenguas extranjeras o que al menos alcanzan
nociones básicas en más de una. La facilidad para viajar, internet, el desarrollo
de material de estudio y la expansión de innumerables escuelas para su
aprendizaje, hace que cada día haya más políglotas, hasta el punto de que
Europa ya podría considerarse el primer continente políglota de la historia.
La similitud entre lenguas
latinas, el auge de la lengua inglesa y la no extremada lejanía de las lenguas
germánicas hace que cada día conozcamos un poco más de otras lenguas, hasta el
punto de que hay palabras que son de uso internacional sin haber sido aceptadas
oficialmente en otros idiomas, dado que existe una gran parte de hablantes que
conocen su significado y hacen uso de ellas.
¿Quién no conoce la palabra
favela, del portugués de Brasil? Su uso es cada vez más común para
referirse a una zona pobre y marginada de cualquier ciudad. Amigo,
que tanto en portugués como en español es la misma palabra y en italiano no
difiere mucho, amico. En los países
anglosajones no es difícil encontrar a alguien usándola en plena conversación
en inglés, aunque siga formando parte de un registro bastante informal.
Tras haber vivido en
varias ciudades de Europa, de habla española, inglesa y francesa, recuerdo haber
oído en todos estos lugares los términos del italiano piano, como sinónimo de
despacio o tranquilo, y finito (acabado), que curiosamente
en algunos países, sobre todo, del este de Europa, piensan que es española y la
suelen utilizar mucho con españoles. ¿Qué occidental no sabe que oui
es “sí” en francés?
Una palabra del alemán de
moda actualmente es Zeitgeist. Muy interesante por cierto, porque representa un
concepto bastante original para los hablantes de lenguas romance como es el de “espíritu
del tiempo”, en sentido literal, y que se utiliza para referirse al ambiente cultural,
político e intelectual de una época.
Es más que obvio, que muchísimos anglicismos
forman parte de nuestra vida cotidiana, aunque todo lo referente a la cultura anglosajona,
sobre todo, norteamericana, lo llevamos cada día más adentro. Gran parte de su
vocabulario ya lo hemos asumido, mientras que otros vocablos aunque no están
aceptados aún, los entendemos sin ningún problema, y algunos hasta los usamos,
como
brother, house, trend…
Desgraciadamente,
desconozco por completo el mundo de las lenguas orientales, pero creo que es
más que evidente que existe un abismo lingüístico entre Occidente (incluyendo
las lenguas eslavas, muy influenciadas por Europa occidental) y Oriente (podríamos
incluir el árabe también). Pese a ello, son varias las palabras conocidas a
nivel global como el famoso arigato (gracias) o konnichi
wa (hola o buenos días) del japonés. O el “hola” chino, ni hao,
que cada día se oye más. Recuerdo haberla oído varias veces en España y me
sorprendió que en Brasil también son muchas las personas que la conocen.
Este fenómeno es un claro
ejemplo de que el interés por aprender idiomas es cada vez mayor y el
enriquecimiento intercultural está en auge. Del mismo modo, tal vez estemos ante
palabras que acabarán siendo aceptadas en otras lenguas, y quién sabe si no es
el comienzo de lo que podría acabar dando lugar a una lengua común, producto de
la influencia superlativa del inglés y de muchas otras palabras que llegan
procedentes del resto de lenguas del mundo por distintos motivos, y que
acabarán formando parte de nuestro vocabulario habitual. Pero esto, solo se
sabrá dentro de muchas décadas.
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La batalla contra los anglicismos
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Verdad, mi amigo. Estoy de acuerdo con sus palabras. Pero nunca he oído hablar: "ni hao" jajaja
ResponderEliminarLo vas a oír dentro de poco :)
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