Cada vez son más los
jóvenes, y no tan jóvenes, que van hacia otros países para aprender idiomas o a trabajar, caso en el que también están obligados a aprender el idioma del
país de acogida. El desconocimiento acerca de qué nos encontraremos allí es lo que genera ese miedo y esa ansiedad tan propias de aquellos personas que nunca han salido de su país.
Una vez allí, a cada uno le va de una manera distinta. A unos les encanta y se quedan, otros vuelven al poco tiempo, y otros, pasan largas temporadas, en la mayoría de los casos, bastante satisfactorias porque se viven experiencias inolvidables.
Independientemente de la razón por la que alguien opta por salir para otro país, hay cuatro factores elementales que van a influir en gran medida en nuestro aprendizaje lingüístico y en el éxito o fracaso de nuestra aventura.
Una vez allí, a cada uno le va de una manera distinta. A unos les encanta y se quedan, otros vuelven al poco tiempo, y otros, pasan largas temporadas, en la mayoría de los casos, bastante satisfactorias porque se viven experiencias inolvidables.
Independientemente de la razón por la que alguien opta por salir para otro país, hay cuatro factores elementales que van a influir en gran medida en nuestro aprendizaje lingüístico y en el éxito o fracaso de nuestra aventura.
La escuela de idiomas
Cuando llegamos a un país extranjero es imprescindible apuntarse a una escuela de idiomas desde el primer día. Nuestra prosperidad va a depender de nuestro conocimiento de la lengua. Cuanto mejor la hablemos, más posibilidades tendremos de conseguir un buen empleo, si no, acabaremos haciendo esos trabajos mal remunerados que no satisfacen a casi nadie.
Cuando llegamos a un país extranjero es imprescindible apuntarse a una escuela de idiomas desde el primer día. Nuestra prosperidad va a depender de nuestro conocimiento de la lengua. Cuanto mejor la hablemos, más posibilidades tendremos de conseguir un buen empleo, si no, acabaremos haciendo esos trabajos mal remunerados que no satisfacen a casi nadie.
En cualquier país existen muchas escuelas con
gran cantidad de programas que podremos
adaptar a nuestras necesidades o gustos. Hay cursos según el nivel, cursos que
te preparan para algún examen concreto o cursos para aprender alguna parte
específica de la lengua, como vocabulario financiero, por ejemplo. Del mismo
modo, podremos optar por clases individuales o en grupo, la oferta metodológica
es muy amplia. Obviamente, todos los profesores son nativos y compartiremos
clase con alumnos de todo el mundo. El ambiente de las escuelas de idiomas es
una de las experiencias que más gratamente se recuerdan, pues es el lugar en el
que se empieza a hacer amigos y se va cogiendo confianza para hablar la lengua.
El sitio ideal para ir dando nuestros primeros pasos.
El trabajo
El trabajo nos permitirá
subsistir económicamente y se convertirá
en uno de los lugares más importantes para practicar la lengua, puesto que allí
trabajaremos con hablantes nativos en un entorno profesional en la que,
posiblemente, se será la situación más importante para poner en práctica
el dominio del idioma. Allí no hay un profesor que te explica amablemente la gramática
o el vocabulario, se habla la lengua del día a día con las expresiones más
habituales y al ritmo natural. En el trabajo nos encontramos cara a cara con el
idioma. Al principio puede resultar frustrante, oiremos muchas expresiones que
no entenderemos en absoluto, pero el esfuerzo acaba con una recompensa
positiva.
El alojamiento
Aunque muchos comenzamos
residiendo con familias o en residencias, al final, siempre acabamos compartiendo
piso con alguien. Es importante encontrar un alojamiento cómodo, asequible y
con personas que sean afines a nosotros. A veces, la convivencia es muy difícil
y si compartimos apartamento con personas con las que no congeniamos,
acabaremos pasando por malas experiencias. Y no olvidemos, que si solo vivimos
con personas que hablen nuestra lengua, acabaremos encerrados en un entorno
monolingüe que con el paso de los meses te hará darte cuenta de cuánto podrías
haber avanzado y no lo has hecho. Es realmente fácil quedar atrapado en un
círculo de personas que solo hablan tu idioma.
Los amigos
Los amigos son un
elemento vital allá donde estemos, son las personas con las que pasaremos
nuestro tiempo libre y con las que saldremos y acabaremos conociendo a más.
Pero no solamente son importantes por esto, sino porque ellos serán una parte
muy importante de nuestro entorno lingüístico. Antes de emigrar, todos
recibimos el típico consejo de “no te relaciones con gente de tu país que no aprendes
la lengua”. Pero la necesidad de hablar tu propio idioma en determinados
momentos y la imposibilidad de comunicarte con fluidez (al principio) con los
hablantes nativos, te harán darte cuenta de que necesitas a gente que hable tu
idioma alrededor. La cuestión es cuánto tiempo vas a pasar hablando solo con
ellos.
Con el paso del tiempo,
nuestro dominio de la lengua irá evolucionando y conseguiremos ir haciendo
amigos nativos, lo cual nos llevará a alcanzar un uso más apropiado a la hora
de hablar y a descubrir mejor cómo es su cultura.
Al final, el aprendizaje
siempre se reduce a lo mismo: paciencia, esfuerzo y perseverancia. Y recordad:
sin amigos, la supervivencia en el extranjero es imposible.
¡Gran texto! El último párrafo es la pura verdad: "paciencia, esfuerzo, perseverancia y amigos".
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