Muchos son los errores en los que caemos en el transcurso de estudio de una lengua. Así que, tras haber leído muchos artículos sobre cómo se aprende un idioma, me he decidido a hacer un decálogo, basado en cómo no se aprende un idioma, para explicar cuáles son nuestras peores costumbres y con la esperanza de que pueda servir de ayuda para todas aquellas personas que se encuentren, en este momento, inmersas en su fase de aprendizaje.
1)
Con falta de constancia. Es imposible aprender un idioma si no se es
constante en su estudio y práctica. Las palabras que no usamos o las que
aprendemos y no incorporamos a nuestro vocabulario se acaban olvidando, por lo
que su estudio se convierte en una pérdida de tiempo.
2)
Estudiando en exceso y tratando de memorizar cada
palabra que se cruza en nuestro camino. Es evidente que a más estudio mejor y más rápido aprenderemos la lengua.
Pero muchas veces nos excedemos. Un idioma no se puede aprender en semanas ni
aunque estudiemos diez horas al día. Los idiomas se van madurando poco a poco.
De nada sirve que hayas memorizado complejas estructuras gramaticales si por
falta de práctica no puedes hacer uso de ellas, o de nada sirve memorizar
palabras muy técnicas si pertenecen a un argot que posiblemente nunca vas a
utilizar. Estudia bastante pero de forma inteligente.
3) Yéndose a un país extranjero con una base muy pobre y
pensando que el idioma se aprende solo. Es cierto que una vez en el país el aprendizaje es mucho más rápido y
conlleva un menor esfuerzo, pero si no llevas una base gramatical y una vez
allí, utilizas el diccionario, observarás que pasan los meses (y a veces los
años) y sigues lejos de un gran nivel lingüístico.
4)
No prestando la suficiente atención a la forma de
hablar de los nativos. A veces,
nos conformamos con llegar a captar el mensaje, sin realmente, prestar atención
a las expresiones concretas que se utilizan con la intención de memorizarlas y
empezar a usarlas desde ya. No olvidemos que la forma más natural y exacta de
aprender el idioma es imitando a los hablantes nativos de este.
5)
No indagando sobre aquellas expresiones cuyo
significado intuimos pero que no conocemos exactamente. Hay muchas expresiones cuyo significado se puede
intuir por el contexto aunque no nos quede completamente claro lo que quieren
decir. El mirar un diccionario para entender su significado exacto nos ayudará
a hablar la lengua con mayor precisión y nos sacará de muchas dudas.
6)
Forzando el acento. Muchas personas intentan expresarse con un acento tan exacto que no les
sale bien y da lugar a una forma de hablar artificial y pedante. Cada uno tiene
su acento, incluso en su propia lengua materna, lo que debemos hacer es encontrar
la manera en que mejor se nos entienda y a la vez nos haga sentir más cómodos.
7)
Frustrándose. En muchos momentos, nos venimos abajo porque llevamos demasiado tiempo estudiando y no
sentimos que dominamos la lengua o porque vivimos en el país y sentimos que
mucha gente todavía no nos entiende o somos nosotros los que no entendemos muchas
expresiones. Esto no debería desanimarnos. El dominio de una lengua extranjera es
algo que dura años. Hay muchos planos cuyo buen uso nos puede llevar
tiempo. Con paciencia uno siempre acaba aprendiéndolo todo.
8)
Comparándose con otras personas. Cada persona tiene un ritmo de aprendizaje. Como
cada persona tiene unas habilidades distintas para todo. Hay quienes aprenden a
una rapidez asombrosa y otras, a las que
les lleva más tiempo. El referente debe ser solo uno mismo y el nivel al que se
desee llegar.
9) No entendiendo los límites. Aprender un nuevo idioma es también ser
consciente de las limitaciones que vamos a tener y la manera más fácil de
entenderlo es observar que incluso el dominio de nuestra propia lengua no es
perfecto. Nunca llegaremos a hablar como un nativo y siempre habrá expresiones
que no vamos a comprender, así como, fonemas que jamás llegaremos a reproducir
con exactitud.
10)
Pensando que lo aprendido no se olvida jamás. Por muy bien que se domine una lengua extranjera,
el dejarla en desuso hará que nuestra habilidad para hablarla o escribirla se
vaya empobreciendo paulatinamente. Su estudio y uso deben ser continuos, de
otro modo, no habrá valido la pena el esfuerzo realizado.
muy interesante, amigo
ResponderEliminarMuy cierto y bien explicado, permíteme que lo comparta en el blog de mi web www.eurolanguageservices.com
ResponderEliminarLo puedes compartir sin problemas. Pero no olvides poner mi nombre y el link :)
EliminarExcelente artículo. Me gustó mucho. Gracias.
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