Está vez seguro que habíais
dado mi blog por muerto. Pues no es así. Yo siempre digo, que siempre vuelvo, y
aquí estoy. ¿Que dónde he estado? Pues en muchos lugares. Os cuento.
Como
escribí en mi última entrada, viví en Toulouse, ciudad en la que estuve unos
siete meses, si mal no recuerdo, y en la que continué entrenando pese a que
desgraciadamente no encontré ninguna carrera en la que participar.
Posteriormente me mudé a Nantes, ciudad en la que residí durante un año y
medio. Una vez allí seguí corriendo, aunque el trabajo no me permitía
participar en carreras, puesto que estas son los domingos y yo tenía que
trabajar. Esto unido al frío hizo que cada vez saliese a correr con menos
frecuencia y recorriendo distancias más cortas.
Mi motivación iba decayendo
como mi estado de forma, de modo que opté por apuntarme al gimnasio para ver si
así me animaba un poco más. En el gimnasio todo iba bien, pero hacía más pesas
que cardio. Tras unos seis o siete
meses, comencé a sentir ciertas molestias en la parte izquierda del pecho que
no desaparecían. Dejé el gimnasio, fui al médico y tras realizarme un
electrocardiograma y una prueba de esfuerzo, no me detectaron ninguna anomalía.
Según el cardiólogo, tal vez se tratase solo de una cuestión de estrés que se
reflejaba en esa parte del cuerpo.
Volví a correr por la
calle, y me di cuenta de que mi resistencia se había reducido como consecuencia
de haber estado dedicado a hacer pesas. Apenas podía correr más de media hora,
sentía mi cuerpo pesado y no encontraba motivación para llegar a más. Así que
me mantuve a ese nivel durante mucho tiempo. Correr ya solo era una forma de
despejarme, estaba muy lejos del nivel necesario para hacer al menos 10 km.
Pasado
un tiempo, decidí volver a España. Allí, en mi pueblo, Archidona, salía por el
campo para correr, pero seguía sin poder, me cansaba muy rápido y acababa
caminando. Así pasaron unos tres meses. Solo caminando, aunque mucho, y comiendo
muchísimo, sobre todo carne, y engordando. De modo que dejé de correr por
completo, cogí mucho sobrepeso y hasta mi ácido úrico se puso por encima de lo
normal. Dos años antes me estaba preparando para una maratón y ahora estaba
gordo.
Hace poco más de dos
meses, me mudé a Rio de Janeiro. Seguía teniendo en mente que quería recuperar
la forma y volver a participar en carreras, pero la verdad, no tenía fuerzas
para el comienzo. No sabía qué hacer, no encontraba una razón. Me planteé
empezar a ponerme en forma poco a poco en algún gimnasio, pero no acababa de
decidirme, hasta que, de repente, encontré un objetivo. Y como por arte de
magia, he recuperado la motivación de golpe, me vuelvo a sentir lleno de
energía, vuelvo a sentir que seré capaz de recuperar el estado de forma que
necesito para correr largas distancias y me vuelvo a encontrar con muchas ganas
de enfrentarme a nuevos retos.
Tu cuerpo es una escultura, y tu eres el artista.Hoy es un excelente día para comenzar a trabajar en tu obra. Ánimos que tú puedes y llegaras lejos.
ResponderEliminarMuchas gracias. Lo haré.
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