La novela negra es un género literario que se centra en la narración de historias de crimen, misterio y violencia, que a menudo están ambientadas en entornos urbanos y tienen como protagonistas a detectives, policías o detectives aficionados. Algunas de las características comunes de la novela negra son:
Trama centrada en un crimen: La trama gira en torno a un crimen que debe ser resuelto por el protagonista.
Ambiente oscuro y pesimista: La mayoría de las historias tienen un ambiente oscuro y pesimista, con escenas de violencia, corrupción y delitos.
Protagonistas complejos: Los protagonistas son personajes complejos, que suelen tener problemas personales y emocionales. A menudo, los detectives están en una lucha interna entre la justicia y la moralidad, y suelen tener problemas de adicción o relaciones personales difíciles.
El antagonista: El antagonista suele ser un personaje malvado y violento, con una personalidad compleja y oscuro trasfondo.
Tensión narrativa: La trama está diseñada para generar tensión narrativa y mantener al lector interesado en descubrir quién es el culpable.
Resolución inesperada: La mayoría de las novelas negras tienen una resolución inesperada, que sorprende al lector y que, a menudo, es diferente de lo que se esperaba.
Estilo narrativo: El estilo narrativo es a menudo sencillo y directo, con una descripción detallada de los personajes y las escenas.
Crítica social: La novela negra a menudo incluye una crítica social, explorando temas como la corrupción, la justicia social y la desigualdad.
Estas son solo algunas de las características comunes de la novela negra, y pueden variar según el autor y la historia.